Por Ricardo Bustos
Desde que tengo uso de razón, vengo escuchando y con cierta frecuencia, las quejas lógicas de quienes integran los cuerpos de bomberos voluntarios en cualquier lugar del país por la falta de presupuesto que requiere el desarrollo de sus actividades, indiscutible voluntad de servicio al arriesgar sus vidas y humildad a la hora de recibir reconocimientos por parte de la población.
No puedo entender como desde el Estado jamás se haya puesto en funcionamiento un mecanismo automático que otorgue subsidios equitativos para cada uno de los cuerpos, que por lógica no se parecen uno con otro dada la cobertura que tienen en los respectivos pueblos de acuerdo a la densidad demográfica.
Lo cierto es que la cantidad de dinero que reciben los bomberos voluntarios de una localidad grande, son los mismos que aquellos que se encuentran en pequeños pueblos, aunque no por ello dejan de atender siniestros como accidentes en ruta, incendios, inundaciones, traslado de enfermos en ambulancias propias y otras tantas emergencias mas que deberían cumplir otras entidades estatales.
Nos enteramos con indignación por estos días que las facturas de luz y gas les han llegado con aumentos tremendos que debilitan las ya alicaídas arcas de los sufridos servidores.
Me pregunto en que cabeza cabe que los bomberos voluntarios deben pagar la luz, gas o teléfono si están las 24 horas al servicio de la comunidad sin pedir nada a cambio.
No se puede entender que haya funcionarios tan desalmados que no piensan que quizá en algún momento de sus vidas, esos mismos hombres que tienen que organizar colectas, rifas, bailes o alquilar sus salones para algún cumpleaños de 15 o casamiento para solventar sus gastos, deban asistir con urgencia para salvar las propias vidas de aquellos que miran para otro lado cuando deben destinar fondos de un presupuesto a las entidades de bien público como nuestros queridos y respetados bomberos.
El tema no termina ahí porque muchas veces hemos tenido que soportar la desidia de las autoridades nacionales cuando las autobombas que, generosamente donan países desarrollados de Europa o América del norte, permanecen en la Aduana porque siempre algún papel falta para que las liberen y puedan llegar a prestar servicio en algún pueblo de argentina.
Es hora que tomen medidas conducentes a solucionar los problemas económicos de todos los cuerpos de bomberos voluntarios de la nación, como lo hacemos nosotros, todos los vecinos que de una u otra manera con nuestro pequeño granito de arena colaboramos para tratar de hacer mas llevadera su crítica situación a la hora de pagar las cuentas que debieran pagar los gobiernos.
Los Bomberos de Córdoba explican en pocas palabras la situación… «el tarifazo no puede llegar a entidades como Bomberos Voluntarios que cubren la seguridad antisiniestral en el 90 por ciento del territorio nacional, concepto que incluye la intervención en incendios urbanos, accidentes de todas las clases, incendios forestales, incidentes en el manejo y/o transporte de sustancias peligrosas y demás catástrofes o siniestros en que son requeridos sus servicios”.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556